Ariadna en Naxos
Cierto, es vivir apenas este
instante,
como la perfección de esa belleza
de mujer que se duerme en la
espesura,
que reposa sin ansias, sin esperas,
y a la que atisba en su futuro un
niño
que ablandará ese vientre y esos
pechos,
que abrirá sin piedad esas caderas.
Sólo ese instante en que ella es
tan hermosa
como la música indecible y pura,
como el ave en el aire, como el día
suspendido en sí mismo y
derrumbándose
hacia el anochecer, hacia la nada.
Sólo ese instante mudo en la
espesura.
Sólo ese instante y nunca más y
olvido.
2 comentarios:
Amorosa anticipación (J.L.Borges)
Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta
ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso
y tácito de niña, ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios
serán favor tan misterioso como mirar tu sueño implicado en la vigilia de mis brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria
del sueño, quieta y resplandeciente como una dicha que
la memoria elige, me darás esa orilla de tu vida que tu misma no tienes.
Arrojado a quietud, divisaré esa playa última de tu ser y te veré, por vez primera, quizá,
como Dios ha de verte, desbaratada la ficción del Tiempo,
sin el amor, sin mí.
Lo comparto....
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