Al oír Der König in Thule,
de Goethe, con música de Schubert
con música en el alma, alma que aspira
al cielo por el arco y por la lira,
alma que ve porque a la luz la alzaste.
Y no le basta el sol sobre las hojas
de un solo día. Muchos soles quiere,
y más, tras el ocaso que la hiere,
tras el invierno con que la despojas.
Quiere, sí, tras el sol y tras el beso
otro beso, otro sol. Su melodía
no se sacia jamás, busca otro día
tras la noche siniestra y sin regreso.
Le diste el duelo, el llanto y la locura.
Compadécete, oh Dios, de tu criatura.
1 comentario:
ES PRECIOSO...
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