miércoles, 26 de diciembre de 2012





Al oír Der König in Thule,  
de Goethe, con música de Schubert


Compadécete, oh Dios. Tú la creaste
con música en el alma, alma que aspira
al cielo por el arco y por la lira,
alma que ve porque a la luz la alzaste.

Y no le basta el sol sobre las hojas
de un solo día. Muchos soles quiere,
y más, tras el ocaso que la hiere,
tras el invierno con que la despojas.

Quiere, sí, tras el sol y tras el beso
otro beso, otro sol. Su melodía
no se sacia jamás, busca otro día
tras la noche siniestra y sin regreso.

Le diste el duelo, el llanto y la locura.
Compadécete, oh Dios, de tu criatura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ES PRECIOSO...