sábado, 5 de junio de 2010

La flor abierta

¿De qué te sirve tu pasado?
No vale así. ¿De qué al otoño
le ha de servir su lento aroma,
la oblicua luz que es su tesoro?

¿De qué a la tarde ese sonido
de agua llegando a la ribera?
¿De qué a mi casa el rojo círculo
de esa flor triste que la alegra?

De nada sirven, no, de nada...
Lo que yo soy, persigo y amo,
todo lo encarna en su honda herida,
todo lo encanta, muerta y viva,
la flor abierta del pasado.

4 comentarios:

Creo en el romanticismo de la matemática dijo...

Hablando del pasado... Hola Ale! Soy Chuchi Sendra, y me acabo de cruzar con tu blog en esta inmensidad de la red!!! Increible... te mando muchos muchos saludos!!!

Alejandro Bekes dijo...

¡Hola, Chuchi! ¡Qué alegría leerte! ¿Qué es de tu vida? Escribime, cuando puedas. Mi correo:

alejandro_bekes@yahoo.com

Anónimo dijo...

Mi querido amigo...bella tu poesía,pero no reniegues del pasado porque de él se nutre tu poesía.
Es en el vientre del pasado donde se gesta esa utopía que nos impulsa a seguir caminando...
Besos como pétalos !
Sonia

Marisa Perez Alonso dijo...

Coincido con Sonia: por muy doloroso que sea nuestro pasado, nos hizo lo que somos. No puede subirse una escalera hasta el final, si no transitamos los primeros peldaños también.